Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay comenzaron en marzo de 1991, con Ia firma del Tratado de Asunción, un proceso de integración que ha llevado a los archivólogos a interrogarse: sobre el papel que los archivos deberían desempenar en este espacio ampliado y los repositorios existentes él. Conscientes de que el patrimonio documental es un recurso indispensable para escribir la historia de los Estados Partes y un auxiliar para el funcionamiento democrático de los mismos, se reconoce la necesidad de una adecuada política, y una gestión archivística eficiente que fàciliten la cooperación. También la formación profesional en Archivología ha sido objeto de estudio en el ámbito del Mercosur. Porque “el principal recurso para el buen funcionamiento de un servicio archivístico es su personal. No será suficiente tener recursos económicos, tecnológicos y aun normativos si los recursos humanos con que se cuenta no tienen formación archivística”. (Casas de Barrán, 1996). La gestión archivística eficiente sólo es posible si es efectuada por profesionales con sólidos conocimientos del tema. ¿Cuál es la formación profesional en el Mercosur? ¿Cuánto de ella es posible saber desde los Estados partes? Aún con la incorporación de las no tan nuevas tecnologías de la información, los países que integran el Mercosur carecen de una efectiva comunicación dialógica que les permita conocer cual es la “realidad” de la enseííama de la Archivología de sus vecinos. Esto ileva al pensamiento aislado y a la falta de interactividad, que todos los aquí presentes, sabemos existe entre los profesores. Este trabajo intentará, comenzando por ver el contexto en que se planteó el Mercosur, dar un panorama, de la formación profesional de la disciplina en la subregión, que contribuya a un mayor conocimiento del tema archivístico, y a un diálogo efectivo que facilite la cooperación entre quienes son responsables del proceso ensefianza-aprendizaje de la Archivología.